Esto es lo que realmente te llevas

El diseño abierto de las habitaciones deja poco lugar para la privacidad, lo que puede ser incómodo. Además, el servicio de desayuno es ocasionalmente lento, especialmente en horas pico. Las áreas comunes son limitadas, haciéndolas poco acogedoras para relajarse después de un día ajetreado.

No olvides disfrutar de las vistas desde la azotea, especialmente al atardecer. es un momento mágico que realmente vale la pena.

La habitación era muy luminosa y estaba diseñada con un estilo minimalista de lujo, lo que la hacía muy acogedora. Además, la vista desde el balcón era espectacular, especialmente al atardecer.

El servicio de desayuno fue un poco lento y la calidad de algunos productos podría mejorar. En particular, el jamón que ofrecían no cumplía con lo esperado.

La ubicación del hotel ofrece vistas espectaculares al mar y la experiencia de desayunar junto a la bahía es impresionante. Las instalaciones estaban muy limpias y bien cuidadas, además, el bar tenía un ambiente ideal para relajarse después de una noche de fiesta.

El parking tiene un costo adicional que puede ser incómodo para algunos huéspedes.

una estancia agradable pero con detalles a mejorar

La habitación era cómoda y luminosa, con un ventanal grande que ofrecía vistas impresionantes al castillo de Santa Cruz y a la ciudad. El diseño del baño fue muy funcional, con soluciones inteligentes para mantener todo en orden.

El desayuno fue decepcionante, ya que el jamón no era ibérico como se mencionaba en el menú.

Disfrutamos de unas suaves caminatas por la playa de Santa Cruz y el parque Trece Rosas, mientras el castillo de Santa Cruz nos dejaba con la boca abierta por sus vistas increíbles. Además, la habitación era espaciosa y todo estaba muy limpio.

Mi mujer dice que el aire acondicionado no era suficiente para combatir el calor intenso, especialmente con un bebé. La verdad, algo de atención en este aspecto sería perfecto.

Las vistas al castillo de Santa Cruz son impresionantes y la cama muy cómoda. Sin embargo, el servicio en el desayuno fue un poco lento. La calidad de la comida merece una mejora, pero la experiencia general fue agradable.

Desayuno a la carta riquísimo.

La decoración era hermosa y elegante, además el desayuno a la carta fue rápido y delicioso. Definitivamente un lugar al que volvería.

La vista desde mi habitación era increíble, se podía ver el castillo y la ciudad de A Coruña. Me encantó el atardecer que se disfrutaba desde la terraza. La cama era muy cómoda, ideal para descansar después de un día de exploración. Aunque el desayuno no era buffet, el servicio era a la carta y bastante rico. Pedí huevos fritos y café, que estaban excelentes. Sin embargo, el jamón que pedí en una tostada no era ibérico como se anunciaba, sino serrano de baja calidad. noté que la opción vegetariana de desayuno era bastante limitada y no había opción sin gluten. La piscina en la azotea era bonita, pero un poco pequeña y pegada al jacuzzi, lo que le restaba privacidad. En general, la limpieza y el ambiente eran buenos, aunque el hotel podría mejorar en la variedad del menú y en la gestión del servicio en algunos momentos.

Reservamos dos noches en Noa Boutique Hotel y nos asignaron una habitación en la tercera planta, lejos del ruido. La decoración era acogedora, con un ventanal enorme que dejaba entrar mucha luz natural. Desde nuestro balcón, teníamos una vista impresionante del castillo de Santa Cruz y La Coruña. La cama era enorme y muy cómoda. El baño, con diseño de cristal, daba sensación de amplitud y tenía soluciones inteligentes para guardar cosas.

El desayuno con jamón ibérico resultó ser decepcionante.

una experiencia encantadora en noah boutique hotel con vistas impresionantes y desayuno exquisito que supera las expectativas

La habitación era elegantemente diseñada y el desayuno a la carta se sirve de manera rápida y eficiente, con opciones deliciosas que realmente impresionan.

Reservamos dos noches en el Noa Boutique Hotel y la habitación era increíble. Tenía un ventanal enorme que dejaba entrar mucha luz y desde el balcón se veían el castillo de Santa Cruz y la ciudad de A Coruña. La cama era enorme y super cómoda. El diseño del baño, con su pared de cristal, hacía que todo se sintiera más amplio. Además, el aislamiento acústico fue genial. no se escuchaba nada del exterior. Sin duda, una de las habitaciones más acogedoras donde he estado.